El primer paso en el proceso de mantenimiento primaveral es comprobar visualmente la batería. Si no es de sistema cerrado, debe comprobarse el nivel del electrolito y rellenar con agua desionizada según convenga.
En el caso de motores refrigerados por agua, es imprescindible comprobar el nivel de refrigerante del sistema de refrigeración. Si el nivel de líquido es bajo, se debe rellenar; utilice una mezcla preparada de líquido refrigerante.
El aceite de motor envejece incluso si no se utiliza la motocicleta, por lo que debe cambiarse el aceite y el filtro antes de comenzar cada temporada.
La calidad y el estado del aceite de motor son factores muy críticos de cara a la durabilidad de los motores. Por ello, siempre se debe utilizar un aceite conforme a las prestaciones y el grado de viscosidad indicados por el fabricante del motor.
En motores de dos tiempos con lubricación por mezcla, ¡utilice siempre la proporción de mezcla de aceite y gasolina indicada en el manual de funcionamiento! Si se emplea la proporción de mezcla adecuada, se reducen las posibilidades de averías y fallos del motor, se evitan problemas en las bujías y se reduce la emisión de contaminación al medio ambiente.
La gasolina es bastante agresiva para los componentes de goma; por ello, vacíe siempre todo el carburante del depósito antes del invierno y mantenga el motor en marcha hasta agotar totalmente el restante.
De cara a la seguridad, es indispensable comprobar los frenos y el nivel de líquido de frenos. Si el nivel del depósito de líquido de frenos es bajo, se debe rellenar con el fluido indicado en el manual de funcionamiento.
La cadena de transmisión precisa un cuidado y mantenimiento continuos. Un aerosol especialmente diseñado para la limpieza de cadenas y que contenga una fórmula lubricante prolongará la durabilidad de la motocicleta y aumentará sus prestaciones.